Sin Cirugía

Toxina botunilica

Toxina botunilica

Mediante la inyección de toxina botilínica podemos tratar las arrugas faciales que surgen como consecuencia de la acción muscular. Gracias a la aplicación de la toxina en un músculo facial concreto podremos bloquear la acción muscular de forma selectiva y así tratar la causa de aparición de la arruga.
Gracias a este tratamiento podrás hacer desaparecer las arrugas causadas por la actividad muscular y que dan una imagen cansada y envejecida a tu rostro.
La inyección de toxina botulínica se llevará a cabo en unos minutos, sin molestias y de forma rápida y sencilla. Su efecto comenzará a apreciarse a las 48, 72h, cuando las arrugas se suavizarán prograsivamente. Al tratar de forma especifica los músculos que nos interesa anular, eliminaremos arrugas sin afectar a la expresión facial.
Es necesario repetir el tratamiento a los 6 meses para mantener el resultado, aunque esto suele variar en cada paciente.
Junto con los rellenos de ácido hialurónico podemos tratar diferentes arrugas y surcos para dotar de una aspecto juvenil a la cara.

Rellenos faciales

Rellenos faciales

Debido al paso del tiempo se producen cambios en el rostro que generan un aspecto de cansancio y envejecimiento. La perdida de volumen, la laxitud de los tejidos y el prolapso de las bolsas grasas serán algunas de las formas de expresión de este envejecimiento facial. Gracias a los rellenos faciales podemos tratar las arrugas aportando volumen y dando un aspecto más juvenil a la cara. Los rellenos faciales permiten el tratamiento de arrugas, surcos y cicatrices mediante el empleo de implantes reabsorbibles. Los rellenos más empleados son de ácido hialurónico, existiendo compuestos de diferentes densidades en función de la arruga que queramos tratar. La técnica de inyección varia de una zona a otra, resultando fundamental la buena ejecución para evitar efectos indeseables. El ácido hialurónico puede emplearse para dar volumen a zonas como la mejilla, el área orbitaria, los labios y la línea mandibular. La duración del tratamiento varia entre 6 y 12 meses. Junto con la aplicación de toxina botulínica podemos tratar diferentes arrugas y surcos para dotar de una aspecto juvenil a la cara.